La primera obra de la colección se realizó en 1987. Man Yu, inmersa en esta reflexión prematura, materializó por primera vez este concepto denso y abstracto con tan solo 9 años. Sin embargo, no fue hasta 2013 cuando Man Yu sintió la llamada a ahondar de nuevo en esta pregunta recurrente y revelarla a través de su pincel. El primer traje humano fue pintado como una válvula de escape para la impotencia, pero las demás obras son el resultado de transformar esta catarsis en poesía y comunicación.