Me interesa comunicar. Inicié en el arte justamente porque no conocía las palabras para expresar tantas cosas que tenía por decir, aunque lo que generalmente quiero decir trasciende el plano físico.
Mi trabajo actual se concentra aún más en lo intangible, proponiendo interseccionalidad y transdisciplinariedad que me permita ampliar los lenguajes con los cuales comunicar, aparte del realismo pictórico con el que se reconocen mis trabajos. No obstante, trabajo en torno a la figuración, pues en mi definición de lo invisible, lo visible es el límite que hace que una obra no sea infinita.
Pretendo que quienes entren a los salones expositivos no sean lxs mismxs al salir. Si bien mi profesión es un trabajo de arte considero mi labor como un trabajo social. Busco que los mensajes en torno a los cuales trabajo tengan una cualidad humanista, espiritual, con el fin de suscitar a la introspección, promover un proceso de cambio, aunque muy sutil, en algún nivel de la existencia.
Mi inspiración es interior, pero motivada por la sociedad. Es importante para mí responder a una realidad del momento. Me inspira el hecho de saber que, de alguna manera, con el arte puedo transformar la vida de las personas.
Con ello, creo profundamente en la democratización del arte y la promoción del acceso al arte contemporáneo a los sectores de la población que normalmente son excluidos por el mundillo del arte. En relación con esto, me interesa mucho la mediación y las herramientas del mainstream aplicadas a conceptos y propuestas artísticas, de tal manera que a través de llegar a los medios y espacios populares se pueda provocar una transformación más amplia y no limitada a la escena del arte, como es frecuente en el circuito museístico.
- Man Yu
Segunda parte
Después de 300 metros de recorrido de todos los participantes junto a Evo, la pieza musical cambia por la composición de Rachmaninoff, Elegie de Morceaux de Fantaisie (Op. 3 No.1), de melodía retorcidamente triste, casi como una marcha de entierro, tal cual la vida sin estar conscientes de nosotros mismos, sin encontrarnos, en la “fantasía” de estar vivos.
A la 1ra señal de Man Yu: “No hay traje más pesado que el traje humano”, todos los participantes se quitan la camiseta y Evo se “desviste” de su saco y encuentra por debajo su enterizo tono nude. Luego Man Yu da una 2da señal: “Miremos juntos al cielo, como dándonos cuenta de que somos prisioneros”, todos miran hacia arriba por 5 segundos. Fue un gesto pequeño en un momento breve, sin embargo, muy poderoso. Se trata del despertar colectivo. A la 3ra señal de Man Yu: “dejemos atrás nuestros pesados trajines”, todos los participantes se desnudan completamente dejando únicamente sus cabezas vendadas y sus trajes humanos expuestos en contraste con Evo, quien, aunque se ha quitado la ropa, realmente no se desnuda y nunca lo logrará en su interminable autobúsqueda, evidenciando la difícil y dolorosa lucha introspectiva de encontrarse a sí mismo.
La razón por la cual son desnudos completos, es por la claridad y fidelidad al concepto, de que el cuerpo es una prenda más, o es la prenda. Por lo tanto, la obra tiene que ser honesta y pura. Cada participante batalla contra sí mismo, sus temores, sus demonios. Es un instante crítico en que no les queda más que amarse y aferrarse a sí mismo como ser, no como cuerpo.
Tercera parte
Todos continúan el recorrido, danzando, caminando de cabeza, moviéndose libremente, siguiendo sus emociones y la música. Evo se adelanta y llega a una plaza donde encuentra una enorme tela de tonalidad nude extendida en todo el espacio, en la cual se posiciona en el centro de la tela y la amarra a su cintura formando una gran falda. En eso, la pieza de Rachmaninoff termina y el músico invitado Antisentido, quien también fue el compositor e intérprete de la musicalización de la obra de videomapping de Traje Humano, interpreta en vivo el Theremín, una poderosa pieza sonora experimental mientras Evo baila con su gran falda y los participantes desnudos van rodeando a la orilla de la tela.
Cuarta parte
Man Yu da la señal y dice: “Somos una sola piel, a sacudir nuestros trajines, nuestras preocupaciones, el dolor, la enfermedad, tristeza, soledad, todos nuestros miedos… ¡Nada de eso nos representa!” y los participantes desnudos sacuden energéticamente la tela como metáfora visual de una gran piel, de la colectividad universal y de la capacidad empática de sentir los trajines, las marcas, arrugas, cicatrices de las demás personas como un solo ser.
Se eligió el Theremín que, a diferencia de otros instrumentos musicales, se interpreta sin tener contacto con él: se toca sin tocarlo. Esto no quiere decir que el cuerpo no sea necesario, pero no es la mecánica del cuerpo, la materia, la masa las que entran en juego, sino la capacidad del ser humano de generar campos eléctricos la que hace posible que el theremín genere sonido y silencio.
El ambiente sonoro llega al clímax durante la sacudida de la gran tela, creando una sensación casi galáctica -como señal de despertar, en representación de las referencias en diferentes creencias espirituales sobre el sonido-. Luego, en un instante, a la señal de Man Yu “vamos piel adentro para encontrarnos”, los participantes ingresan debajo de la tela desnudos, sugiriendo el abandono de la “individualidad” y la formación de “un solo ser” debajo de una “misma piel”. Todos agitan la tela desde abajo creando un efecto visual mágico en el inmenso traje humano de Evo que cubre la plaza entera.
Última parte
Unos minutos después, la tela se queda completamente quieta, el Theremín deja de sonar, todo vuelve a estar en silencio y Evo, de manera dramática empieza a recoger con fuerza la tela, develando los participantes debajo de ella, ahora vestidos, que yacen en el suelo -inconscientes- de regreso a la cotidianidad y a la individualidad: vestidos y muertos mientras Man Yu dice:
Traje amor, no soy este traje
Traje fe, no soy este traje
Traje fuerza, no soy este traje
Traje vida, no soy este traje
Man Yu incita al público a gritar la frase: “No soy este traje”, y mientras la repiten insistentemente, ella cae entre los participantes como parte de la masa, de la inevitable inconciencia colectiva.